El 26 de octubre de 2012 se producía la llegada a los consumidores de Windows 8, un sistema operativo que generó altas expectativas pero nunca llegó a coger impulso.
Ahora, el 12 de enero de 2016, se ha producido el adiós a las actualizaciones para esa versión, algo que ha tenido lugar más rápido de lo habitual, ya que normalmente suele dar soporte durante una década.
La decisión se interpreta bajo el hecho de que Microsoft considera que Windows 8 es un sistema diferente de Windows 8.1, y no merece la pena seguir apostando por él, exponen en TechEye.
En Microsoft esperan que la mayoría de usuarios que tuvieran Windows 8 ya hayan actualizado a Windows 8.1, o bien optado por el nuevo Windows 10, que tendrán soporte hasta el año 2023.
Asimismo, la empresa de Satya Nadella también ha anunciado que da por concluido el soporte para las versiones 8, 9 y 10 de Internet Explorer.
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