Todos sabemos que la Wii es la menos potente de las consolas actuales, pero a pesar de ello se ha hecho claramente con un mercado en el que Microsoft y Sony imponen ciclos de renovación de aproximadamente 4 años tras los cuales el mercado debe readaptarse a las máquinas de nueva generación.
Según Iwata, CEO de Nintendo, estos ciclos de 4 años son demasiado inflexibles para su empresa, y es “dudoso que esos ciclos se apliquen en el futuro”. De hecho, sólo se motivará el cambio cuando se vea que este se debe a un cambio importante en la forma de entretenimiento o cuando hayan sacado todo el partido posible del hardware actual.
Parece que tanto la Wii como la DS tienen un largo camino por delante, aunque es obvio que Nintendo debe seguir estando atenta a las tendencias de futuro.
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