Ozona despliega 50 000 puestos de teletrabajo en una semana

Tanto empresas con infraestructuras de digitalización previas como otras más rezagadas han tenido que adaptar sus estrategias tras la declaración del estado de alarma en España.

La expansión del coronavirus y la declaración del estado de alarma en España han obligado a las empresas a adoptar soluciones de trabajo alternativas. Del trabajo presencial se está pasando al trabajo en remoto a marchas forzadas.

La empresa española especializada en digitalización del puesto de trabajo Ozona Tecnología ha comunicado que, durante la primera semana del estado de alarma, ha ayudado a clientes de diferentes puntos geográficos del país a poner en marcha unos 50 000 puestos de teletrabajo. En total, ya ha atendido las necesidades de más de medio centenar de empresas de diferentes sectores de actividad, incluyendo aquellas que ofrecen servicios críticos y gestionan infraestructuras estratégicas como puertos y servicios de atención telefónica a los ciudadanos. Entre ellos, la Xunta de Galicia, la Autoridad Portuaria de Ferrol – San Cibrao, la Autoridad Portuaria de Baleares, Transports Metropolitans y el Consorci Sanitari Integral de Barcelona, el Ayuntamiento de Girona, Nueva Pescanova, Grupo Celsa o Caja de Ingenieros.

“Desde la semana anterior al confinamiento, especialmente desde el viernes 13, la actividad en Ozona Tecnología ha sido frenética. La compañía ha tenido que diseñar una estrategia de respuesta rápida para atender a una gran demanda que se ha generado de manera casi instantánea y con carácter de urgencia”, explica su CEO, Ramón Ares, que asegura que “ningún cliente ha quedado sin atender y todos ellos han obtenido las soluciones necesarias para mantener en la medida de lo posible la normalidad laboral y contener al máximo unas repercusiones económicas muy negativas”.

“Los clientes han tenido a sus usuarios clave trabajando en menos de 48 horas desde el momento en que lo solicitaron”, indica Ares. “Y toda esta tarea se ha realizado en modo teletrabajo por parte de nuestro equipo profesional”.

“En algunos casos”, concreta, “se trataba de organizaciones que no habían previsto la situación cuyos sistemas de información no estaban dimensionados o preparados, por lo que se ha tenido que hacer en 48 horas lo que habitualmente requiere 2 o 3 semanas. Otras empresas, ya clientes, sí tenían una infraestructura de digitalización del puesto de trabajo previa y han podido lograr objetivos más ambiciosos, pudiendo responder de manera mucho más eficiente y proporcionando a sus usuarios experiencias en teletrabajo muy similares a las que obtienen en sus puestos de oficina”.