Para 2030 la inteligencia artificial generará 246 billones de dólares en el Arco Mediterráneo

Turquía se cuela en el top 5 de mayores inversores en esta tecnología durante la última década, con casi 3.400 millones de dólares.

La inteligencia artificial tiene un potencial tremendo, no sólo por las innovaciones que puede introducir en el mundo, sino también a nivel económico.

Un estudio de VRAIN, el Instituto Universitario Valenciano de Investigación en Inteligencia Artificial de la Universitat Politècnica de València, calcula que esta tecnología impulsará unos ingresos de 246 billones de dólares en los países del Arco Mediterráneo en 2030.

Entre ellos se encuentra España, la vecina Francia y otros países europeos como Grecia, Italia, Malta, Chipre, Mónaco y parte de la península balcánica, así como el norte de África y la zona de Oriente Próximo.

Turquía es ya el quinto país con inversiones más fuertes en inteligencia artificial, con un gasto acumulado de casi 3400 millones de dólares en diez años.

En el informe El impacto de la inteligencia artificial en los países del Arco Mediterráneo se constata el crecimiento de este fenómeno a nivel de consumo, empresarial, en entidades públicas y para defensa.

Entre sus beneficios destaca el impacto social, siempre y cuando se consiga una inteligencia artificial con valores morales.

Para impulsar su impacto en el Arco Mediterráneo, los autores de la investigación recomiendan crear una red de centros que faciliten la transferencia de conocimientos y un sistema de ayudas que apoye al personal investigador y a los estudiantes. También se aboga por potenciar el papel de los países más desfavorecidos.

Aída Gil, investigadora y Project Manager de VRAIN, subraya “la importancia que tiene la colaboración de países con mayor potencia en I+D+i con aquellos que muestran peores resultados para ayudar a mejorar su situación”, así como “la necesidad de adoptar medidas que corrijan el desequilibrio entre países y promuevan acciones que faciliten la implantación de las tecnologías de la inteligencia artificial en aquellos países donde su uso todavía es deficitario”.

“El número de empresas del Arco Mediterráneo que ya han adoptado tecnologías digitales es muy bajo y en algunos países nulo”, señala. “Y es todavía más carente y acentuado en pymes, pese a que los indicadores de empresas que ya han adoptado la inteligencia artificial muestran su mejora en la entrada de nuevos mercados, la mejora de productos, servicios y la captación de nuevos clientes”.

Por tanto, queda camino por recorrer. Si las previsiones recogidas por el estudio de VRAIN se cumplen, el Arco Mediterráneo aglutinará dentro de siete años un 15 % de los ingresos mundiales por inteligencia artificial.