Cuando fallece un Papa la silla de Pedro queda vacía y de ahí que se hable de sede vacante, que es lo que significan estas palabras.
Habitualmente se vive esta circunstancia por el fallecimiento de un Papa pero por primera vez en siglos sucede por la renuncia del Pontífice al haber aducido Ratzinger su falta de fuerzas y salud para continuar su labor.
No hace mucho (en fecha tan singular como el 12-12-12, a las 12 del mediodía, además) que Benedicto XVI abrió cuenta en Twitter pero a pesar de su es asá actividad (apenas una treintena de tuits) las circunstancias obligan a que dicha cuenta quede también en suspenso.
Actualmente ha desaparecido el sello papal de Benedicto XVI (cada Papa tiene uno propio, de diseño distintivo) apareciendo en su lugar el sello que indica el periodo de sede vacante además de un enlace al archivo donde pueden consultarse los tuits que en su momento fueron apareciendo en la cuenta pontificia.
Dado que el usuario es @pontifex (con distintas terminaciones en función del idioma) la lógica nos hace sospechar que cuando en unas semanas el Cónclave haya elegido un nuevo Papa la cuenta en Twitter se reactivará añadiendo el nombre que este elija.
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