Solamente un 2 % de las mujeres ocupadas en España trabaja en el sector TIC

Desde COIT/AEIT opinan que “la clave para avanzar está en la constatación de que se trata de un desafío más cultural que tecnológico”.

La disparidad de oportunidades entre hombres y mujeres en el ámbito laboral es todavía una realidad, especialmente en áreas como la tecnología.

Así lo demuestran diversos estudios a nivel mundial, y también a nivel local, que ahora COIT/AEIT ha recogido en su dosier La brecha de género en el sector digital y que demuestran el largo camino que todavía queda por recorrer para conseguir la igualdad.

Por ejemplo, un estudio reciente del Instituto de la Mujer y ONTSI, Mujeres y digitalización: de las brechas digitales a los algoritmos, revela que sólo un 2 % de las mujeres ocupadas en España trabaja en el sector TIC. El porcentaje en hombres es casi el triple (5,7 %). Además, menos de una cuarta parte de las candidaturas presentadas a las ofertas de trabajo digital proviene de mujeres.

También cabe destacar que el porcentaje de investigadoras en el sector tecnológico es del 23,4 %. Y esto supone un coste para la sociedad, porque se pierde talento y diversidad.

A la hora de encontrar explicaciones sobre cómo se ha llegado a este punto, hay que fijarse en lo que está ocurriendo a edades tempranas. Son pocas las mujeres que eligen las carreras STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) como salida profesional. Quienes todavía están en el instituto desconoce las puertas que les pueden abrir estas carreras, según El desafío de las vocaciones STEM de DigitalES y EY.

Y, aunque las chicas ocupan un 55 % de las plazas universitarias, su presencia en ingenierías es mínima. En 2018 estaba en el 25 %.

Otro factor que desalienta la opción de carreras tecnológicas es la brecha salarial. La propia Organización Internacional del Trabajo estipula esta brecha en el 21 %, por encima del 16 % de media para la economía en general.

Esto se observa incluso en países supuestamente más avanzados a nivel de derechos. Se sabe que únicamente 1 de cada 3 graduados STEM en la Unión Europea es mujer y que la proporción de especialistas en TIC baja a 1 de cada 6. Ellas apenas suponen una quinta parte de quienes emprenden en tecnología. Además, las mujeres que trabajan en TIC ganan aproximadamente un 20 % menos que sus compañeros.

Otro apunte: mientras en España la brecha de género digital se está reduciendo, de acuerdo con el estudio del Instituto de la Mujer y ONTSI, a nivel comunitario crece.

El informe Women in the Digital Age de la DG de Redes de Comunicaciones, Contenido y Tecnología de la Comisión Europea cifra en que 16 200 millones de euros la pérdida anual de productividad para la economía europea por el hecho de que las mujeres dejen su trabajo en el entorno digital y queden inactivas.

Para revertir todos estos números, los distintos Gobiernos están buscando soluciones. En España se trabaja en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española y el Plan España Digital 2025.

Desde COIT/AEIT opinan que “la clave para avanzar está en la constatación de que se trata de un desafío más cultural que tecnológico”. Y, aunque contrasta “el amplio conocimiento de su naturaleza, y la falta -hasta ahora- de propuestas efectivas para solucionarlo”, dicen, el panorama debería mejora gracias a las diferentes iniciativas que se han puesto en marcha.