¿Son los nuevos iPhone 7 y iPhone 7 Plus una decepción?

Cada vez es más difícil innovar y no solo mejorar lo presente. Los últimos smartphones de Apple son un ejemplo.

Hubo un tiempo en el que cada nueva keynote de Apple era un acontecimiento sobre el que se hablaba semanas antes y semanas después de que tuviera lugar. Ahora, quizá un poco por costumbre, sigue habiendo anticipación y seguiremos comentando lo que pasó en la keynote de esta semana todavía unos días, pero la sensación es otra. Nada realmente nuevo que deje a la gente boquiabierta. Un par de iPhones más y unos auriculares inalámbricos.

Los nuevos iPhone 7 y iPhone 7 Plus tienen el problema que viene arrastrando Apple con sus smartphones (y con el iPad) desde hace ya unos años: innovar se ha vuelto muy complicado y solo queda la opción de mejorar lo que hay. Más potente, mejor cámara, resistencia al agua y tecnología háptica. Nadie niega que sean buenos smartphones, pero tan buenos como para sustituir al que ya tienes y funciona bien. Posiblemente no.

En Apple parecen ser conscientes de este problema y, si bien aseguran que esperan que el stock se agote ya en esta semana de reserva online (empezarán a enviarse el día 16), será también la primera vez que no hagan públicas las cifras de ventas del primer fin de semana. Según ellos, por no ser una cifra representativa. Según el resto del mundo, por no ser una cifra impresionante.

¿Cuál es la realidad? ¿Ha perdido tanto fuelle el iPhone? El smartphone lleva dos trimestres perdiendo ventas con respecto a los mismos periodos del año pasado, por lo que todas las alarmas están encendidas. Que la Apple Store no haya dado demasiados problemas durante la preventa online también se lee como una mala señal.

Wall Street tampoco confía

Del resto de los anuncios, sin duda el que más tinta ha hecho correr es el de la eliminación del puerto jack para los cascos (y la bonita casualidad de que Beats, propiedad de Apple, sea el líder indiscutible del mercado de auriculares Bluetooth inalámbricos), es decir, se ha hablado más de lo que no tienen los nuevos iPhones que de lo que añaden.

Si tomamos la Bolsa como baremo para medir cómo se están valorando los anuncios realizados por Apple esta semana, la conclusión es bastante clara: Cupertino ya no es lo que era y sus productos no innovan ni emocionan lo suficiente: sus acciones cayeron un 3% el jueves, caída ayudada por la noticia de que no van a hacer pública la cifra de ventas. Un 3% parece poco, pero significa que Apple vale 15.400 millones de dólares menos que el día anterior.

¿Hay que fiarse de lo que dice Wall Street? En realidad no. Durante el anuncio del primer iPad en enero de 2010, las acciones de Apple cayeron un 4% (aunque subieron solo una hora después, en cuanto se supo el precio); en los últimos años todos los iPhones fueron recibidos también con caídas. La única excepción notable fue la presentación del iPad 2, pero posiblemente tuviese que ver con la reaparición sorpresa de Steve Jobs, entonces de baja.

Lo que sí parece claro es que el iPhone 7 y el iPhone 7 Plus no serán superventas al nivel de algunos de sus predecesores. Todo el mundo ha aceptado esto ya. El miedo es que las ventas sean sencillamente desastrosas.