Se trata de un proyecto desarrollado gracias a la colaboración de Toshiba y su Cambridge Research Lab, junto con el Departamento de Ingeniería de la University of Cambridge.
El resultado es la generación de un asistente virtual capaz no sólo de hablar, sino también de expresar emociones, tanto en su voz como en su cara.
Ambos se han obtenido a base de grabaciones múltiples durante varios días de la actriz Zoe Lister, recitando texto y realizando numerosas expresiones faciales.
Pero quizás lo más asombroso del sistema es que tan sólo ocupa unas decenas de MB en la memoria interna, así como que no necesita una gran potencia de procesado, por lo que su incorporación a los dispositivos móviles se puede realizar sin problemas.
Además, el equipo de desarrollo está intentando crear también un sistema por el cual los usuarios puedan crear su propio asistente con la cara y voz que prefieran. Algo que tiene muy buena pinta pero que quizás resulte luego algo inquietante si de alguna manera se filtran y otras personas puedan usar “la esencia” de otros en su móvil.
Personalmente lo que más me sorprende es que ya tenemos ante nosotros parte de la tecnología de Enano Rojo, ahora sólo falta convencer a Norman Lovett y desarrollar un módulo de humor ácido para tener tu propio Holly.
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