¿Por qué a nadie parece gustarle Windows Vista?

En The Inquirer no hemos sido especialmente bondadosos con el último sistema operativo de Microsoft, y de hecho en el repaso que hicimos durante su lanzamiento en diez reportajes separados pudimos comprobar como algunas de las ideas de este sistema eran realmente válidas.

El problema es que Vista no funciona bien, sencillamente. Demasiadas incompatibilidades y fallos críticos en tareas cotidianas – como la simple copia de un fichero de un lado a otro – resultan sorprendentemente problemáticas, y han hecho que tanto nosotros como otros medios estemos esperando a que Microsoft proponga soluciones válidas.

Y es que como indican en Neowin con mucho acierto, la misma situación que estamos viviendo con Vista la vivimos con la aparición de XP. Cuando esta versión de Windows apareció todo el mundo se sentía cómodo con Windows 98, y de hecho las primeras versiones de XP tuvieron críticas igualmente malas.

La aparición del SP2 pareció cambiar el panorama y le dio un impulso definitivo a un sistema que ya había ganado la aceptación de los medios, la industria y los usuarios a pesar de sus defectos. Sus virtudes compensaban los fallos que pudiera tener, y el soporte hardware y software se hizo mucho más completo una vez pasaron algunos meses.

Así que quizá sería mejor que aprendiésemos de los errores del pasado y le diéramos a Redmond una oportunidad de corregir sus errores. Puede que no lo consigan con el SP1, pero si ya lo hicieron con XP, puede que muchos tengan que admitir a medio plazo que Vista será un sistema operativo usable. Aunque llegue tarde, por supuesto.

vINQulos

Neowin