Cuando borrar los datos personales de un teléfono Android no es suficiente [Infografía]

La firma de seguridad Avast! advierte de que es posible recuperar fotografías, mensajes, contactos e incluso la identidad del ex-propietario de un terminal Android que haya sido restaurado con los valores de fábrica.

Es muy probable que tu forma de vaciar un teléfono móvil que ya no quieres seguir utilizando sea borrar directamente el contenido que has ido acumulando con el paso del tiempo. Desde mensajes hasta tu amplia colección de fotos o incluso aplicaciones que no venían de serie.

android_logoPero los expertos de seguridad advierten de que “la simple eliminación no es suficiente”. No bastaría ni con ir deshaciéndose de contenido de forma individual ni restaurando los valores de fábrica, al menos no si el terminal en cuestión ejecuta Android.

Así lo señala la empresa checa Avast! que ha llevado a cabo una investigación sobre el grado de limpieza que presentan los móviles de segunda mano y sus implicaciones en materia de seguridad.

Para ello se hizo con una veintena de teléfonos inteligentes gobernados por el sistema operativo de Google que se encontraban a la venta en eBay. Tras aplicar un software de recuperación capaz de devolver a la vida información que en teoría había sido eliminada, consiguió restablecer un gran puñado de datos que comprometían a sus antiguos dueños.

Las cifras hablan por sí solas: 40.000 fotografías de las que al menos 1.500 incluían a niños en la composición y otras 1.000 desnudos o semidesnudos, unos 750 mensajes entre emails y textos enviados vía SMS, alrededor de 250 contactos e incluso la identidad completa de 4 de los ex-propietarios de los terminales analizados, entre otros descubrimientos.

Para evitar los borrados superficiales que permitirían a cualquiera con acceso físico al dispositivo hacerse con información sensible, Avast! recomienda “sobrescribir los archivos”, tal y como se indica en la siguiente infografía (en inglés). También puedes encontrar más información en este otro artículo de nuestros compañeros de The Inquirer.

Imagen: Avast!
Imagen: Avast!