El coche compartido P2P, nueva oportunidad de negocio
El miedo a usar el transporte público en plena crisis sanitaria es uno de los motivos que ha impulsado esta forma de viajar.
Los cambios en los hábitos y las propias necesidades de las personas que ha traído consigo la pandemia de coronavirus está provocando el auge de algunos sectores, especialmente de los vinculados con la tecnología.
Por ejemplo, cada vez se consumen más servicios en la nube. Las empresas apuestan por el teletrabajo. Los consumidores se están pasando a las compras online. Y, en el ámbito de la automoción, parece que triunfa el modelo de vehículos compartidos P2P.
Un estudio de Strategy Analytics detecta que, casi un año después de que la pandemia de COVID-19 comenzase a extenderse, primero por China, este mercado de los coches compartidos ha resurgido. Los operadores ven un interés emergente por su negocio, que permite ahorrar costes y también afrontar los miedos ante la aglomeración de personas.
“Para muchos, el coche compartido P2P prospera debido a la accesibilidad, conveniencia y relativa limpieza en comparación con el transporte público. Este modelo de negocio llegó para quedarse”, afirma el analista Ben Lundin.
Aunque durante los primeros compases de la crisis sanitaria las perspectivas para este negocio no eran muy halagüeñas, con los meses la cosa ha ido cambiando. En estos momentos hay más de medio millar de operadores P2P, una flota de 1,3 millones de vehículos y 42 millones de usuarios.
Strategy Analytics dice que más de la mitad de los operadores P2P tiene, como mucho, tres años de vida, lo que indicaría que la competencia en este terreno tan sólo ha dado sus primeros pasos.