Según se desprende de un veredicto emitido por un juzgado de Texas, Google deberá abonar 20 millones de dólares tras ser declarada culpable de infringir en Google tres patentes que abarcan un sistema que protege a los ordenadores frente al malware.
Las patentes a las que se refiere el caso fueron otorgadas a Allen Rodman, un ingeniero de la empresa Lucent fallecido en 2012, así como a Alfonso J. Cioffi, que fue el que inició el proceso judicial contra el gigante de Mountain View.
En diciembre de 2014 un juez rechazó abrir el caso, pero Cioffi y los tres hijos de Rozman decidieron apelar esa decisión, logrando el pasado viernes que la corte de apelaciones les diera la razón y ordenara a Google el pago de la indemnización.
Desde la compañía estadounidense intentaron jugar su última carta y llevar el caso ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos al considerar que las patentes no eran validas, pero ese organismo indicó que no había razones para volver a juzgarlo.
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Además, la compañía dejó atrás las pérdidas durante el primer trimestre de 2024.