Google y Ford darán lugar a una nueva empresa, separada legalmente del fabricante automovilístico, que se encargará de fabricar automóviles de conducción autónoma.
Google, que ya lleva algún tiempo probando exitosamente pequeños automóviles que circulan sin necesidad de conductor, se une a Ford, que como otras marcas también ha iniciado sus avances en dicha tecnología y ahora sería la primera en beneficiarse del camino recorrido por Google.
A nadie se le escapa la influencia que en esta operación puede haber tenido por parte de Google la contratación para su junta directiva el pasado año de Alan Mullaly, que era consejero delegado de Ford.
La razón para que la nueva marca sea legalmente independiente de Ford tiene como objetivo desligar a la empresa de Michigan de las posibles responsabilidades legales que pudieran derivarse de posibles fallos o accidentes de estos nuevos vehículos, aunque sin perder de vista todas las cuestiones legales, es razonable pensar que todavía faltan unos cuantos años para que las marcas comiencen a vender este tipo de automóviles de conducción autónoma en los concesionarios.
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Además, la compañía dejó atrás las pérdidas durante el primer trimestre de 2024.