Tras el revuelo de las declaraciones de Jack Ma, CEO de Alibaba, en las que decía que no quería llegar a un acuerdo con el grupo de marcas de lujo Kering, que le demandó hace unos meses por favorecer la venta de falsificaciones de sus productos, parecía que la demanda iba a seguir su curso sin que intentaran buscar una solución más amistosa.
Hace tan sólo unos días, Jack Ma declaró a la revista Forbes que no tenía la menor intención de llegar a un acuerdo con Kering, y que prefería mucho antes ir a juicio y perder el caso que ‘aceptar’ el hecho al llegar a un acuerdo, ya que en cierta medida supondría que Alibaba acepta en parte las acusaciones.
Esto llevó a Kering a pedir directamente al juez que acelerase los trámites y permitiera denegar la mediación, para que el caso comenzara lo antes posible, ya que según ellos Alibaba no tenía ninguna intención de tratar de llegar a un acuerdo.
Viendo el juez como estaba escalando la situación por culpa de las declaraciones públicas, ha pedido a ambas partes que no actúen impulsivamente y eviten seguir haciendo críticas y comentarios poco constructivos para el caso.
Finalmente, a pesar de lo que pudiera parecer en las entrevistas y comunicados públicos, Alibaba sigue interesada en colaborar y Kering ha reculado su petición anterior y ha declarado que está nuevamente en disposición de llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes. ¿Hasta cuando durará la paz?
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