La inteligencia artificial generativa, en el pico de “expectativas sobredimensionadas” de Gartner

La consultora pone el ojo en tendencias como la IA emergente, la nube omnipresente, la seguridad centrada en las personas y DevX.

La inteligencia artificial generativa (IA) ha ocupado muchos titulares durante los últimos meses. En su Hype Cycle de tecnologías emergentes para este 2023, Gartner coloca este fenómeno en el pico de expectativas sobredimensionadas.

Esto es, en la fase que sigue al lanzamiento y que conlleva historias de éxito por la publicidad temprana, pero también algún que otro fracaso.

Junto a ella aparecen otras tecnologías como la nativa de nube o la ingeniería de software aumentada por IA. Según la metodología de la consultora, tras la actual seguirán las fases de abismo de desilusión, rampa de consolidación y meseta de productividad.

“La popularidad de muchas nuevas técnicas de IA tendrá un profundo impacto en los negocios y la sociedad”, prevé Arun Chandrasekaran, distinguido vicepresidente analista de Gartner.

“El entrenamiento previo masivo y la escala de los modelos básicos de IA, la adopción viral de agentes conversacionales y la proliferación de aplicaciones de IA generativas están anunciando una nueva ola de productividad de la fuerza laboral y creatividad de las máquinas”, señala.

La IA generativa forma parte de una más amplia IA emergente con potencial para mejorar la experiencia de los clientes digitales, mejora la toma de decisiones o establecer una diferenciación competitiva. Esto incluye la IA causal, la IA neurosimbólica, el aprendizaje automático federado o el aprendizaje por refuerzo.

Pero hay más tendencias a tener en cuenta por su potencial de transformación. Gartner destaca la nube omnipresente, la seguridad centrada en las personas y DevX o la experiencia de desarrollador.

“Como las tecnologías de este Hype Cycle se encuentran todavía en una fase temprana, existe una gran incertidumbre sobre cómo evolucionarán”, comenta Melissa Davis, analista vicepresidenta de Gartner, que añade que “dichas tecnologías embrionarias presentan mayores riesgos para su despliegue, pero potencialmente mayores beneficios para los primeros en adoptarlas”.