“Las redes de facturación electrónica no se hablan, ni se llegarán a hablar”

Carlos González, director de DocOnTime, desvela los problemas a los que se enfrenta la facturación electrónica y la oferta de la compañía en una entrevista concedida a NetMediaEurope

La facturación electrónica es un negocio que ha tardado en despegar. Tras diez años de intentos de implantación desde su desarrollo éste sólo ha conseguido que el 3% de las facturas en España se hagan en formato digital. Así nos lo explicaCarlos González, director de la compañía DocOnTime.

Su firma se abrió hace seis años, durante los cuales ha intentado construir una solución de facturación electrónica optimizada para grandes empresas, y trabajar con PYMES, clientes de grandes corporaciones, para que adopten la factura electrónica. “Y si digo que se ha intentado es porque no lo he conseguido, sobre todo por las dificultades tecnológicas y de relación que existen entre las compañías”, señala.

Así de claro se muestra González, que explica que durante los últimos cuatro años DocOnTime ha estado operando una red de facturación electrónica de corte tradicional, llamada Bizlayer, que actualmente pertenece a Accenture, “cuando nos dimos cuenta de que el camino no es el de la red tradicional”, unas redes que no se hablan entre sí, “ni se llegarán a hablar”, afirma categórico González.

El directivo reconoce que la no comunicación de estas redes es perjudicial para ellos pero positivo para el desarrollo del mercado en general, porque “si tienes un cliente que te está exigiendo que le factures en electrónico en una red determinada y otro cliente distinto que hace lo propio en otra red, deberás conectarte a ambas y pagar las dos”. El coste medio en estos momentos de pertenencia a una red de facturación electrónica de corte tradicional está en 3.000 euros por año.

Pensando en que deberían ser las Administraciones Públicas quienes regularan la caótica situación de este mercado, el director de DocOnTime asegura que “en lugar de focalizar toda su energía en cómo se opera en el negocio, se están centrado en la parte tecnológica y concretamente en el estándar de intercambio de información de la factura. Desde luego tiene sentido, porque mejor que exista un único estándar, un único lenguaje de intercambio de datos, pero ni mucho menos es suficiente para que el mercado despegue”.