Ropa inteligente: ¿son las smart clothes los próximos smartphones?

La presentación en abril de las gafas de Google y el interés de firmas como Apple en este tipo de tecnologías abren un futuro prometedor para la “wearable technology”.

Las voces escépticas son muchas porque la visión parece tan futurista como irreal. Sergey Brin habla emocionado de cómo las Google Glasses lo cambiarán todo, unos paracaidistas retransmiten su vuelo en directo a través de Google Hangout, las modelos de la Fashion Week aparecen con las gafas puestas, un vídeo muestra lo fácil que será la vida con ellas. Y, sin embargo, es difícil no ver este tipo de tecnologías como algo todavía muy lejano.

Entonces llegan los estudios, los datos y las estadísticas que acaban con todas esas reticencias, como el de IMS Research que en agosto decía que el mercado de la llamada “wearable technology” alcanzará los 6.000 millones de dólares en 2016. Y eso, aseguran, siendo muy conservadores y teniendo en cuenta todos los obstáculos.

Empiezan a aparecer también las noticias de grandes compañías tecnológicas que parecen tener puesta en este tipo de dispositivos su mirada hacia el futuro. No solo Google con sus gafas, que podrían llegar al mercado ya en 2014, sino que también Apple parece estar pensando en algo similar: ya ha logrado patentar un “dispositivo para la cabeza” muy parecido a la idea de Google, y además se rumorea desde hace tiempo que podrían estar preparando un reloj inteligente (un smart watch).

Los que creen en la promesa de las smart clothes no tienen miedo en asegurar que estas serán el próximo gran boom de la tecnología, llegando a ser lo que son ahora los smartphones: algo omnipresente en la sociedad. De hecho, el crecimiento del mercado que apuntan desde IMS Research, que indica que se pasará de los 14 millones de unidades de ropa inteligente en 2012 a los 171 millones en 2016 cuenta con esa expansión al mainstream.

Y es que estas prendas inteligentes o wearable technology están ya presentes en la sociedad, pero se limitan sobre todo a dispositivos de uso médico. El boom que se vivirá en los próximos años será empujado por la expansión al mercado del entretenimiento personal y, también, al uso militar.