La próxima frontera de uno de los padres de ChatGPT: extender la vida

Sam Altman se ha revelado como el inversor misterioso que puso 180 millones de dólares en la startup Retro Biosciences.

Aunque Sam Altman tiene una larga trayectoria como emprendedor e inversor tecnológico, para muchos este empresario americano solo se hizo conocido cuando OpenAI lanzó ChatGPT a finales del año pasado.

Esta figura de Silicon Valley se ha prodigado como co-founder de la startup y app social basada en la ubicación Loopt (fundada en 2005, cuando tenía 19 añitos), y socio y presidente de la incubadora de startups Y Combinator. En su carrera como inversor ha participado en casi un centenar de empresas. 

Actualmente interviene en ocho consejos de dirección de startups diferentes y es también fundador de la firma de capital riesgo Hydrazine Capital.

Con todo este currículum no es raro que Altman se aventure a apostar por nuevas tendencias tecnológicas y científicas. Altman se ha revelado como el inversor misterioso tras una ronda de financiación en una compañía emergente llamada Retro Biosciences.

Esta startup de biotecnología con sede en San Francisco anunció en abril de 2022 que había obtenido una inyección de capital de 180 millones de dólares para un objetivo muy ambicioso: añadir 10 años a la duración de la vida humana saludable. La empresa no soltó prenda de quién había sido su benefactor.

Ahora la publicación especializada MIT Technology Review ha resuelto el misterio, evidenciando la que es una de las mayores inversiones de una sola persona en una startup antienvejecimiento.

Viejos conocidos

Se da el caso de que uno de los co-fundadores de Retro Biosciences es Joe Betts-LaCroix, socio a tiempo parcial en Y Combinator y gerifalte de esta iniciativa, junto a Altman (que dirigió la incubadora entre 2014 y 2019).

Otra gran inversión reciente del padre de OpenAI es la que llevó a cabo en Helion Energy, startup cuyo objetivo es producir energía limpia ilimitada.