A medida que la tecnología y la moda convergen, las prendas impresas en 3D se van a imponer en la era de los dispositivos wearables y los diseños personalizados.
Con la llegada del reloj inteligente de Apple, la lista de objetos conectados al iPhone crecerá y supondrá una mayor unión con las prendas que vestimos para hacerlas más personales.
En su forma más básica los wearables comprenden microchips, sensores de datos y conexión a otros dispositivos.
Pero su alcance se ampliará con la personalización, que podría conducir a una experiencia totalmente diferente a todos los consumidores, como recoge The Atlantic.
Hasta ahora, el valor de los dispositivos llevables se encuentra en la gran oportunidad de seguimiento de datos, pero la fabricación propia de diseños marcará otro paso, implicando la impresión 3D para atender a un consumo instantáneo y de un solo uso.
Por ejemplo, una persona podrá imprimirse un nuevo par de zapatos o pendientes cada día. Por menos de 100 dólares ya se pueden encargar joyas impresas en 3D y el calzado estará disponible en breve.
Todo esto impulsará nuevas condiciones culturales y ayudará a pronosticar los gustos futuros de la moda.
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