Estudian el uso de bombillas LED para comunicaciones inalámbricas

La luz proporcionada por una fuente de iluminación LED ya es capaz de transferir datos a 100 Mbps y podría ser una nueva alternativa a la tecnología Wi-Fi.

Investigadores de la Universidad de Edimburgo, Escocia, han dado a conocer nuevos avances para la transmisión de datos a través de iluminación LED. Harald Haas, profesor y máximo responsable del proyecto, ha acuñado el término Li-Fi para denominar la nueva técnica: “Es impresionante el número de fuentes de luz que están a nuestro alrededor. Tenemos ante nuestros ojos la solución para la transferencia de grandes cantidades de datos, lo que podría contribuir significativamente a la expansión de las redes inalámbricas”.

La idea de transmitir datos a través de la luz no es precisamente nueva. Alexander Graham Bell, nacido también en Edimburgo, ya utilizó en sus experimentos la luz solar modulada para enviar mensajes en 1880. Al proyecto lo denominó Fotófono (Photophone).

El profesor Haas, realizando una demostración de la tecnología VLC
El profesor Haas, realizando una demostración de la tecnología VLC

Ahora, Haas está utilizando tecnología LED y asegura haber conseguido la transmisión de datos a una tasa de 100 Mbps. No se trata de un record de velocidad, ya que el instituto alemán Fraunhofer ya ha conseguido 800 Mbps mediante tecnología VLC (Visible Light Communications), considerando la tasa de 500 Mbps como la más fiable y sostenible.

El objetivo de Hass es conseguir similares velocidades de transmisión a finales de año, pero utilizando las bombillas LED que se pueden encontrar en un hogar. Hay que tener en cuenta que, si bien es cierto que este tipo de bombillas son más caras que las incandescentes, sus precios están bajando de forma continuada ante una mayor demanda. Además, su consumo energético es mucho menor.

Los investigadores también están llevando a cabo experimentos a través del espectro de infrarrojos, de tal forma que se puedan mantener las comunicaciones en la oscuridad, al menos la oscuridad que conoce el ojo humano.

En cuanto a las posibles aplicaciones, Haas indica que sería un método ideal para lugares públicos como aeropuertos donde las señales y transmisiones inalámbricas se reducen al mínimo, pero sí existe suficiente luz como para “utilizarla de forma inteligente”.

Según los especialistas, las distintas tecnologías VLC ya se encuentran en un estado de desarrollo avanzado, pero aún tardarán al menos cinco años en llegar al mercado.