A fondo: España, segundo destino de las inversiones latinoamericanas por detrás de Estados Unidos

Latinoamérica es una de los cuatro grandes fuentes de inversión que tiene nuestro país, junto a Estados Unidos precisamente, Reino Unido y Francia.

La relación entre España y Latinoamérica no es sólo cultural e histórica, sino también económica. Y esto se demuestra en la profundidad y número de los negocios establecidos entre ambos lados del charco, que abarcan diferentes sectores, también el tecnológico.

España es uno de los países predilectos para las inversiones de la región latinoamericana. En estos momentos es el segundo receptor de dichas inversiones, solamente por detrás del todopoderoso Estados Unidos.

La inversión acumulada por esta región en España es de 42 663 millones de euros (o 61 104 millones si se incluye la contribución de los holdings).

Desde 2010, la media anual de inversión en nuestro territorio ha venido siendo de 3800 millones. Esto mantiene a España en la cima año tras año.

Y eso que en 2020 la cifra se redujo notablemente, cayendo un 38,4 % hasta los 968 millones de euros, de acuerdo con el informe Global Latam 2020 de ICEX-Invest in Spain y la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), que acaba de salir a la luz.

“Muchas de las operaciones de inversión de empresas latinoamericanas no han sido canceladas”, explica María Peña, consejera delegada de ‎ICEX España Exportación e Inversiones, sobre esta bajada, “sino que están siendo retenidas a la espera de observar la evolución económica y la situación sanitaria en este 2021”.

El estudio analiza el impacto de la pandemia de COVID-19, que ha provocado “un comportamiento ‘desigual’ en las inversiones de los diferentes países” y que ha condicionado la evolución económica de todo el planeta en los últimos meses.

España, aún así, se sostiene como segundo destino mundial para las inversiones latinoamericanas, muy por delante de otras economías vecinas. De hecho, acumula más proyectos de inversión que Portugal, Francia y hasta Alemania juntas.

Latinoamérica es el cuarto mayor inversor en nuestro país. Los tres primeros puestos los ocupan Estados Unidos, Reino Unido y Francia, quedando fuera otras potencias como Alemania o China.

La tecnología como motor

Rebeca Grynspan, secretaria general de la SEGIB, explica que “las empresas de América Latina están llamadas a jugar un rol protagónico en la recuperación de la pandemia” por “varias razones”. ¿Por ejemplo? “Una de ellas es que la región ha tenido una ‘innovación obligada’ durante esta crisis. Del eCommerce al eLearning, de la telemedicina al teletrabajo, hemos visto años de avances en apenas meses”.

Otra “es que la pandemia ha catalizado la transición verde. Tenemos compañías pioneras en el sector con gran potencial de expansión”, destaca Grynspan, “y una población consciente y preocupada por el cambio climático”.

De hecho, tecnología y sostenibilidad forman la pareja estrella como nuevos motores de la inversión latinoamericana en el exterior.

La internacionalización de fondos de capital privado tecnológicos, los denominados venture capital, ha tenido un papel fundamental en los últimos años, con operaciones por valor de 11 500 millones de dólares en el siglo XXI.

Estas inversiones se han apoyado en gran medida en servicios y soluciones como la popular nube, los proyectos de software a medida o las apps móviles.