A fondo: El COVID-19 impacta en la inversión TIC

El impacto económico que está teniendo la crisis del COVID-19 se va a trasladar a la inversión TIC en todo el mundo. Sólo escapan a esta tendencia las tecnologías ligadas al teletrabajo, IaaS y servidores cloud.

La pandemia del COVID-19 está provocando una paralización de la actividad económica a escala planetaria y como nunca antes habíamos visto. Y cuando todo se para, la inversión se detiene o incluso se cancela.

“La previsión de crecimiento a nivel mundial del gasto en TIC para el año 2020 en enero superaba el 5%. En febrero, se redujo a algo más del 4%. Y a mitad de marzo, la previsión apenas llegaba a rondar el 3%. Las últimas previsiones son de un crecimiento de entre 0,5% -o inferior- y 1,4%. Por lo tanto, el impacto de la crisis del COVID-19 en la inversión mundial de TIC se podría estimar, a fecha de hoy, entre 3,6 y 4,5 puntos porcentuales, observándose un rápido deterioro de las previsiones”, afirma Antonio Crespo, socio responsable de Technology Strategy Advisory de Deloitte.

La consultora remarca que el nivel de volatilidad de cualquier previsión es muy alto y que sólo podemos basarnos en las tendencias del mercado y su comportamiento actual, partiendo de los datos publicados por las principales empresas de análisis de la industria TIC.

Una de ellas es IDC Research, que hace unos días publicaba la edición de marzo de su informe ‘IDC Worldwide Black Book Live Edition’. Según los datos del mismo, la inversión TIC se contraerá un 2,7% este año, ya que la repercusión del COVID-19 en la economía global obligará a muchas empresas de todo el mundo a responder con planes de contingencia y recortes de gastos a corto plazo.

Incluyendo las telecomunicaciones y otros gastos, IDC prevé que la inversión TIC total decrecerá un 1,6%, alcanzando los 4,1 billones de dólares. Explica que el gasto en telecomunicaciones se verá menos afectado, puesto que la demanda de banda ancha sigue siendo muy intensa, impulsada por el teletrabajo y las medidas de confinamiento.

El estudio indica que es probable que el gasto en hardware, software y servicios TIC disminuya más que el PIB mundial, que caerá un 1,7%. Atendiendo a lo sucedido en las recesiones económicas anteriores, prevé que los compradores realizarán recortes rápidos en este tipo de inversiones, en línea con su disminución de los ingresos, ganancias y valoraciones del mercado.

Por su parte, Jay MacBain, analista de Forrester, hace una lectura de la actual situación planteando distintos escenarios. En su visión más optimista, la inversión TIC mundial y estadounidense decelerará este año, quedando en un 2%. Y apunta que algunas economías que han disminuido en la primera mitad de 2020 podrían lograr recuperarse a partir del verano. En cualquier caso, se perderían alrededor de 47.000 millones de dólares de gasto en tecnología a través del canal TI.

Sin embargo, cree que hay un 50% de posibilidades de que el mercado tecnológico mundial, así como el estadounidense, disminuyan un 2% o más en 2020 si comienza una recesión completa de la economía. “En 2008, vimos una contracción de los canales de tecnología y telecomunicaciones, y esta vez no sería diferente”,  afirma.

Cae el gasto en dispositivos

IDC considera que el aumento de la demanda y el uso de algunas tecnologías y servicios por parte de empresas y consumidores individuales no será suficiente para compensar los efectos negativos de la crisis del coronavirus.

Su informe adelanta una disminución importante en la inversión que se hará este año en PC, tablets, teléfonos móviles y periféricos, con un descenso del gasto del 8,8%. En el caso de los PC, el impacto del COVID-19 se suma a la expectativa ya existente de retroceso, debido al fuerte ciclo de actualización impulsado por Windows en 2019. Además, esta crisis lastrará la evolución del mercado de smartphones, posponiendo la activación prevista como resultado de las actualizaciones al 5G.

IDC señala que el gasto en servidores, almacenamiento y hardware de red también disminuirá, pese a la fuerte demanda de servicios en la nube, ya que los clientes empresariales están retrasando las compras durante la fase inicial de la crisis actual. La inversión total en hardware de almacenamiento y servidores disminuirá un 3,3%, mientras que el gasto en equipos de redes empresariales decrecerá un 1,7%. El gasto en servicios TIC también retrocederá un 2%, con los descensos más acusados en los proyectos a medida, ya que quedarán en suspenso hasta que mejoren las expectativas de negocio.

Igualmente, MacBain anota que el gasto en equipos informáticos y telecomunicaciones disminuirá del 5% al 10%, aun en el escenario menos duro. En ese mismo supuesto, estima que el gasto en servicios de consultoría tecnológica e integración de sistemas se mantendrá, pudiendo llegar a caer hasta en un 5% si las empresas realmente reducen los nuevos proyectos tecnológicos.

Impulso de la tecnología ligada al teletrabajo

El analista de Forrester estima que el crecimiento del gasto en software se ralentizará, quedando en un rango entre +2% y +4% en el mejor de los casos, dejando de creer si la economía entra en recesión. Asimismo, el estudio de IDC señala que el software registrará un crecimiento del 1,7%, debido a las inversiones realizadas con el fin de facilitar herramientas de trabajo remoto y colaborativo en la nube.

En este sentido, Crespo afirma que hay segmentos en los que se está observando “un claro impulso”. “En el corto plazo, lo han tenido las tecnologías ligadas al teletrabajo, que será el ‘new normal’, tales como las herramientas tecnológicas de colaboración y los dispositivos -PC, smartphones, pantallas, impresoras multifunción, etc-, la seguridad -hardware, software y servicios-, IaaS y, en menor medida, PaaS. En el medio plazo, a las dos últimas se añadirán Analytics, inteligencia artificial y Next Gen Customer Platforms Cloud Based”, detalla.

Igualmente, IDC prevé que el gasto total en infraestructura -incluida la nube- aumentará en un 5,3%, pero todo el crecimiento provendrá del gasto empresarial en IaaS y servidores cloud.  Asimismo, MacBain indica que las únicas notas positivas de la actual situación son el crecimiento de la demanda de servicios de infraestructura en la nube y los posibles aumentos en el gasto en software especializado, equipos de comunicaciones y servicios de telecomunicaciones para el trabajo y la educación a distancia.

Por ejemplo, detalla que Microsoft ha sumado12 millones de nuevos usuarios para Teams, mientras que Cisco Webex registró 5.500 millones de minutos de reunión durante los primeros once días de marzo -con 3,2 millones de reuniones por día- y Zoom agregó más usuarios en el primer trimestre que en todo 2019. Además, Slack creció de 10 a 12,5 millones de usuarios conectados simultáneamente entre el 10 y el 25 de marzo, tal y como recogía The Verge.

Además, MacBain señala que los servicios administrados y los servicios de telecomunicaciones se mantendrán, “aunque las revisiones de los contratos podrían hacer que el gasto disminuya”.

Europa ralentiza su crecimiento

Si nos centramos en Europa, IDC Research España afirma que la inversión TIC seguirá al alza, pero ralentizando su ritmo de crecimiento al 1,4%, frente al pronóstico de un incremento del 3,3% que se adelantaba el pasado mes de diciembre.

La consultora afirma que la disminución de la demanda se debe al confinamiento y a la ruptura de la cadena de suministro. No obstante, señala que el gasto crecerá en algunas soluciones específicas y en determinados casos de uso, como videoconferencias, suministro inteligente, chatbots y plataformas de aprendizaje electrónico, entre otros. En definitiva, tecnologías que pueden ayudar a las empresas y la sociedad a afrontar la crisis del coronavirus.

Además, hace hincapié en que salud y gobierno se verán obligados a acelerar la inversión TIC, impulsando la implementación de infraestructura y herramientas de colaboración. Sin embargo, la consultora cree que no sucederá hasta la segunda mitad del año.

¿Cuándo se revertirá la tendencia?

“Los escenarios de recuperación están ligados a los de la evolución de la pandemia en la geografía mundial y a los efectos que ésta pueda producir en la macroeconomía”, anota el experto de Deloitte. De este modo, todavía es pronto para decir cuándo se recuperará la inversión TIC.

No obstante, hay algunos indicios que dan pie a aventurar cuál será la evolución. “Aunque es algo imposible de predecir hoy por hoy, el consenso de los analistas es un escenario de recuperación en ‘U’. Las previsiones más optimistas lo agendan para el cuatro trimestre de 2020. Y otras, para el primer trimestre de 2021”, afirma el experto de Deloitte.