El dilema de las apps de mensajería instantánea: ¿salir a bolsa o dejarse comprar?

Apps como Line o Whatsapp no hacen más que crecer y los rumores de posibles salidas a bolsa ya han empezado. Pero ¿saldrán a bolsa o acabarán simplemente en manos de compañías más grandes?

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Al final todo parece indicar que habrá más adquisiciones que OPVs, pero estas últimas no se deben descartar por completo para algunas de estas firmas, que podrían intentar salir a bolsa rápido para ser compradas después a mayor precio. O, simplemente, podrían intentar continuar siendo siempre independientes. La comparación con el referente más cercano y similar, el de las redes sociales, es inevitable. ¿Quiénes serán los Linkedin de esta generación? ¿Y los nuevos Zynga?

Todo dependerá, en realidad, de “dos variables fundamentales”, según apunta David Navarro, de Inversis. “Una, como siempre, el precio al que salgas”, el factor que determinó en su momento “el comportamiento posterior a la OPV de Facebook”. La segunda variable es “la capacidad de generar ingresos y que estos se traduzcan en beneficios a lo largo del tiempo”, la diferencia principal entre Linkedin, con una trayectoria intachable en bolsa, y Zynga, que ha perdido más de un 60% de valor en Bolsa tras su OPV hace casi dos años.

“Linkedin tiene un flujo de caja más importante y menos dependiente del ciclo o las modas que Zynga”, apunta Navarro. ¿Cómo se traducirá esto en el caso de las apps de mensajería instantánea? “No me atrevería a día de hoy a decantarme sobre qué se puede esperar de ellas, pero la segunda variable es aún muy pronto para poder ni siquiera intuirla en muchas de ellas y la primera la sabremos cuando estén en la plataforma de salida”.

Otro factor importante que definirá el comportamiento de estas compañías en Bolsa (esto es, si llegan a salir al parqué) es el del “momento en que salgan”, como añade Jaime García Cantero, que cree que “a muchas de ellas aún les falta madurez”. Es decir, tendrían que esperar, trabajar en tener unas fuentes de ingresos estables y fiables y un modelo de negocio rentable y, si después de ese tiempo todavía no han sido adquiridas por ninguna otra compañía, tener cuidado con el precio al que salen a Bolsa, evitando inflarlo.

Todo esto, de momento en el aire, empezará a definirse en los próximos meses. La mayoría de estas apps, si siguen por ese camino de moda y crecimiento, no tardarán en llegar a esa bifurcación de caminos en la que tendrán que escoger entre continuar solos y finalmente salir a bolsa, o venderse al mejor postor. Está claro que por lo menos no les faltarán pretendientes.

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