Blockchain, contactless, biometría… nuevos tiempos para la banca y los pagos electrónicos

La banca es una de las industrias que más rápido se están adaptando a la transformación digital. Tecnologías como blockchain, los pagos sin contacto o la autenticación biométrica están revolucionando el sector.

La banca fue uno de los sectores que más sufrió durante en la última crisis económico-financiera. Y no sólo afectó a sus resultados, sino también a su imagen y a la confianza de los clientes. Además, la irrupción de las fintech ha zarandeado esta industria, demostrando que hay otra manera de hacer las cosas, poniendo al cliente en el centro y aprovechando las ventajas que brindan las nuevas tecnologías.

Por ejemplo, blockchain despierta grandes expectativas. El sector financiero es uno de los que más rápido están adoptando esta tecnología, que también puede aplicarse en otros muchos ámbitos. Y su impacto en la industria financiera va a ser muy importante. Según el informe ‘The Future of Blockchain: Key Vertical Opportunities & Deployment Strategies 2018-2030’, elaborado por Juniper Research, la implementación de blockchain permitirá que la banca ahorre más de 27.000 millones de dólares en la liquidación de transacciones transfronterizas en 2030 , gracias a una reducción de más del 11% en los costes de cada operación. También les permitirá reducir costes en operaciones de tesorería y cumplimiento. En este sentido, blockchain facilita los controles identidad y contribuye a evitar el lavado de dinero negro.

No obstante, la consultora advierte que la necesidad de ejecutar paralelamente servicios basados en blockchain con sistemas heredados hará que los ahorros no lleguen de manera inmediata, postergándose hasta varios años después del despliegue inicial. Las reducciones de costos anuales no llegarán a 1.000 millones por año hasta 2024.

Asimismo, Capgemini estima que la automatización inteligente permitirá que la banca y el mercado de capitales consigan unos ingresos adicionales de 269.000 millones de dólares de aquí a 2020. La consultora aclara que estas entidades recurren a la automatización para mejorar la satisfacción de sus clientes e incrementar ingresos, pero también para competir con las grandes multinacionales del sector tecnológico, que están rivalizando con ellas en ámbitos como los pagos móviles.

En este sentido, los sistemas contactless están dinamizando el sector. Todavía no tienen un peso demasiado importante, pero se espera que despeguen en los próximos años. El informe ‘Contactless Payments: Payment Cards, OEM Pay & Mobile Wallets 2018-2023’, también de Juniper Research, adelanta que una de cada tres compras que se realicen en los comercios en 2023 se abonarán mediante sistemas de pago sin contacto, bien sea a través de tarjetas o de billeteros móviles. Dichas transacciones alcanzarán un valor de 2 billones de dólares, representando el 15% del total del valor de los pagos efectuados en el punto de venta.

La investigación señala que las transacciones contactless seguirán dominadas por los pagos con tarjeta, debido a su arraigo en Europa, Lejano Oriente y China. En cuanto a los pagos móviles sin contacto, Juniper calcula todas las plataformas -Apple Pay, Samsung Pay y Google Pay, así como otras carteras OEM Pay- sumarán 450 millones de usuarios en 2020. Apple será líder absoluto, ya que aportará uno de cada dos usuarios.

Y ligado a los pagos móviles, otro estudio de Juniper, ‘Mobile Payment Security: Biometric Authentication & Tokenisation 2018-2023’, pronostica que el mercado de la biometría móvil explotará en el próximo lustro, multiplicando por 17 el valor de las transacciones de mcommerce que se autenticarán mediante esta tecnología, tanto en remoto como el tienda. Así pues, pasaremos de 124.000 millones de dólares 2018 a 2 billones de dólares en 2023.

La consultora considera que el mayor impulso provendrá de las transacciones de comercio electrónico verificadas biométricamente. Espera que se produzcan más de 48.000 millones de operaciones de este tipo en 2023, representando el 57% de todas las transacciones biométricas, frente al 28% que comportan todavía en 2018.