La desconexión de las empresas con el Internet de las Cosas

Aunque habría esperanza en el impacto positivo del Internet de las Cosas, desde Gartner advierten de que todavía hace falta “comprender las oportunidades de negocio que habilitan los productos inteligentes”, también para las empresas.

Es una de las tendencias más apreciadas por los profesionales del sector tecnológico, y de las que están llamadas a experimentar una mayor pujanza en años venideros.

No en vano, las posibilidades del Internet de las Cosas y su red de dispositivos conectados no se limitan a aparatos hogareños y electrodomésticos integrados en la cocina de cada uno, también traspasan las paredes de la casa y se cuelan incluso en las carreteras de la mano, por ejemplo, de los coches inteligentes

Pero estas capacidades futurísticas, a pesar de ser apreciadas, todavía no están siendo incorporadas por las empresas. O no están siendo aprovechadas como se debería.

Así se desprende una encuesta que ha realizado la consultora Gartner, cuyo vicepresidente y analista Nick Jones señala que “IoT es muy inmaduro, y muchas organizaciones no han hecho más que empezar a experimentar con ella”.

“Sólo una pequeña minoría ha desplegado soluciones en un entorno de producción”, añade, explicando que “el verdadero desafío de IoT no se encuentra tanto en la fabricación de productos ‘inteligentes’ sino en comprender las oportunidades de negocio que habilitan los productos inteligentes y los nuevos ecosistemas”.

Según los datos recopilados por Gartner menos de una cuarta parte de las organizaciones, al menos de las consultadas para este informe, ha puesto en marcha un plan de liderazgo evidente. Y parte de ellas cree que los altos cargos no son conscientes todavía de los beneficios de este fenómeno.

Y eso que 4 de cada 10 espera que de aquí a tres años el Internet de las Cosas impacte en su negocio de forma positiva y lo impulse de algún modo. La cifra sube a 6 de cada 10 si se pone como límite máximo cinco años.