Un juzgado de los Social de Barcelona dictamina que más de 700 repartidores de Deliveroo son falsos autónomos

Una nueva sentencia de la jurisdicción social refuerza la postura de los riders o repartidores de Deliveroo, que vuelven a ser considerados por los tribunales como falsos autónomos.

Con este son ya 41 los juicios ganados por el colectivo de repartidores de la popular plataforma Deliveroo, según comunica desde su perfil en Twitter el sindicato Riders x Derechos. La sentencia del Juzgado de los Social nº 24 de Barcelona confirma la conclusión de una inspección de trabajo efectuada en 2018. El efecto más inmediato es confirmar la reclamación de 1,3 millones de euros a Deliveroo en concepto de cotizaciones sociales no abonadas.

El trasfondo es el conflicto sobre si los repartidores o riders de empresas como Deliveroo, Glovo, JustEat y similares son empleados por cuenta ajena o no. Habitualmente deben darse de alta como autónomos y estas plataformas no les contratan como empleados, pero tras esta sentencia y otras similares la relación cambia. Pasan a ser considerados como falsos autónomos, es decir, que sí se mantiene una relación laboral con ellos y por tanto deben darse de alta en la Seguridad Social.

Entre otras cuestiones se considera probado el poder disciplinario de de Deliveroo con sus riders. La condena de 1,3 millones incluye las cuotas a la Seguridad Social que Deliveroo debió haber abonado desde el inicio de la relación con los repartidores.

La respuesta de Deliveroo

La empresa ha anunciado que recurrirá la sentencia, al tiempo que comunica que la sentencia no afecta a los actuales repartidores, que tienen una relación laboral sometida a un modelo distinto de contratación. También advierte que si se considera como empleados a todos sus riders podrían verse obligados a replantear su modelo de negocio, específicamente en lo relacionado con el número de los mismos a los que podrían contratar, además de estar sometidos a horarios fijos, a diferencia de lo que sucede en la actualidad, donde son los propios repartidores los que eligen cuándo y por cuánto tiempo trabajar.