Las oficinas de trabajo flexible como medida para luchar contra el cambio climático

Un estudio asegura que el trabajo flexible podría ayudar a ahorrar unas 46 000 toneladas de CO2 en España de aquí a 2029.

¿Cómo pueden ayudar empresas y trabajadores a reducir las emisiones de CO2 y luchar contra el cambio climático?

Además de fomentar el consumo de energías renovables, como están haciendo las grandes compañías tecnológicas, una medida respetuosa con el medioambiente serían las denominadas oficinas de trabajo flexible o espacios que se alejan del centro de las ciudades para ubicarse en el extrarradio, en áreas suburbanas y pueblos. Así los trayectos para muchos trabajadores serían más cortos y, por tanto, menos contaminantes.

Esto es lo que sostiene la Suburban Economic Survey, encargada por Regus y llevada a cabo por economistas independientes, que predice lo que podría pasar de aquí a 2029 si se apostase por esta tendencia.

El estudio asegura que en España el trabajo flexible podría evitar la emisión de hasta 46 000 toneladas de CO2 a lo largo de la década que acabamos de estrenar. Para ello se calcula un ahorro anual de emisiones de 122 toneladas de CO2 por centro, además de 1 036 kilómetros y 7 759 horas en traslados.

Regus dice que estas nuevas oficinas en las afueras de las ciudades, y más cercanas a los hogares de muchas personas, tienen potencial suficiente para reducir emisiones equivalentes a 1 280 vuelos transatlánticos entre Londres y Nueva York cada año.