El techo de cristal para las mujeres, también en las startups

Las empresas emergentes no son precisamente punteras a la hora de contar con mujeres en puestos directivos.

En el mundo tecnológico hay algunos nombres de mujeres de peso. Está Marissa Mayer, la CEO de Yahoo que está gestionando los problemas derivados de las brechas de seguridad y su venta a Verizon. O Meg Whitman, presidente y CEO de Hewlett Packard Enterprise y miembro de la junta directiva de HP Inc que lideró la separación de HP en estas dos compañías.

En nuestro país, María Garaña estuvo durante siete años al frente de Microsoft España, cargo que asumía otra mujer, Pilar López. Garaña es, desde entonces, vicepresidenta para EMEA de Microsoft Business Solutions.

Pero por importantes que hayan sido sus cargos, estas mujeres son rara avis en el panorama tecnológico, en el que aún falta mucha estadística por tumbar para eliminar el techo de cristal. Un estudio de 2016 de Women in the Workplace, realizado por LeanIn.Org y McKinsey & Company entre empresas de Estados Unidos, revelaba que la fuerza de trabajo femenina es del 37% en el nivel más bajo de trabajadores, un porcentaje que se va reduciendo conforme se avanza en la escala jerárquica.

Así, en el siguiente tramo de gestión hay un 31% de mujeres; entre senior managers y directores, un 28%. Entre vicepresidentes, un 24%, que baja al 17% al tratarse de vicepresidentes senior. Remonta un poco en el último eslabón de la cadena, los altos cargos directivos y miembros de las juntas, entre los que hay un 19%. Simplificando, menos de 1 de cada 5 ejecutivos de alto rango en el sector tecnológico son mujeres.

El mundo de las startups no es ajeno a esta tendencia. Se podría pensar que, con su apuesta por la innovación, las compañías emergentes están más abiertas a la incorporación femenina en puestos de poder. El escenario real es bien distinto. Según un estudio del Sillicon Valley Bank, un 68% de las startups encuestadas no tienen a ninguna mujer en su consejo directivo, y en el 53% todos los altos cargos son hombres.

Otro dato importante: sólo un 28% de las compañías de este tipo cuentan con programas destinados a incrementar el número de mujeres en puestos de responsabilidad. Una falta de apoyos que puede terminar de lastrar la incorporación plena de la mujer en las juntas directivas del sector.