El 45 % de los profesionales tecnológicos cree que existe una inflación salarial

La escasez de talento se encuentra detrás de los altos salarios. Un tercio de los empleados cobra entre 20.000 y 30.000 euros anuales, una quinta parte está en 30.000-40.000 y otro 21 % supera los 40.000.

Joven, con alta rotación, bien pagado y mayoritariamente masculino. Ese es el perfil del trabajador tecnológico en España.

La firma de gestión de talento Eurofirms Group ha analizado la realidad del sector en su estudio El mercado laboral de la nueva economía digital. Las claves para la atracción y gestión del talento digital, que llega a esta conclusión respecto a cómo es el empleado medio.

Menos de un tercio del personal TI acumula más de diez años de trayectoria laboral en el sector. Un 45 % tiene como máximo cinco años de experiencia y 2 de cada 10 no llegan ni a los tres años.

“Estos datos evidencian la juventud de los profesionales de la nueva economía digital mayoritariamente compuesta por las generaciones Y y Z. Concretamente un 81,75 % tienen una edad comprendida entre los 18 y 44 años“, señala Raúl Sánchez, Country Leader Spain de Eurofirms Group.

“Estas dos generaciones comparten conductas e inclinaciones, como por ejemplo los millennials han vivido una gran parte de su vida en entornos digitales y los centennials son nativos digitales”, ahonda.

La mayoría de los profesionales tecnológicos (64 %) ha pasado por 2-7 empresas, lo que habla de una alta rotación laboral.

La mayoría (53,1 %) también trabaja en una empresa con ADN tech. Esto quiere decir que existe otro nutrido grupo de personas que aportan sus conocimientos a compañías que no se dedican exclusivamente a la tecnología.

La tasa de desempleo entre los profesionales con experiencia es del 5,1 %. Un 67,8 % de los encuestados por Eurofirms Group está trabajando por cuenta ajena.

Un aspecto curiosos tiene que ver  con su formación. Aunque más de dos tercios cuentan con estudios superiores, ya sea un título universitario o algo más, como un doctorado o máster, solamente el 33,1 % ha accedido al sector a través de la formación reglada. Un 20,4 % ha llegado al sector tecnológico desde otras áreas y el 16,4 % se ha servido de sus propios métodos de aprendizaje.

“Es evidente que, hoy por hoy, el sistema educativo tradicional no satisface las demandas del sector”, afirma Raúl Sánchez.

“Si bien los encuestados españoles que han optado por el autoaprendizaje suman un 16 %, en Estados Unidos el porcentaje de desarrolladores que se han formado de manera autodidacta sube hasta un 70 %”, desvela.

“Para suplir esta situación las empresas pueden optar por programas específicos de formación IT, que suponen ahora mismo un 8 % de los profesionales con experiencia según nuestro estudio. Otro tipo de formación como formaciones no regladas y bootcamps suman un 8,7 %”, detalla Sánchez.

¿Y qué ocurre a nivel de género? Los hombres tienen una presencia mayoritaria en las multinacionales de corte tecnológico, mientras que las mujeres despuntan en consultoría.

La escasez de talento femenino tiene que ver con estereotipos del pasado sobre las profesiones técnicas, la falta de referentes, una cultura sexista que da más oportunidades a los hombres y la difícil conciliación familiar.

“La fidelización de los trabajadores también se presenta como un desafío para el sector y, en este aspecto, nuestro estudio demuestra que el equilibrio entre la vida profesional y personal es muy importante”, comenta Sánchez. “Un 33,6 % de los encuestados señala que el teletrabajo es lo más atractivo del sector, seguido de la flexibilidad laboral con un 33,2%, y del salario, que pasa a un tercer lugar con un porcentaje de 30,5 %”.

Las mujeres que trabajan en tecnología son peor retribuidas que los hombres. El 29 % de ellas cobra menos 20 000 euros anuales, cinco puntos por encima de sus compañeros (24 %). Esta diferencia existe igualmente al analizar los salarios altos (15,6 % vs. 25,6 %).

Y eso que las empresas se han sumido en una auténtica batalla por el talento. El 45 % de los profesionales cree que hay una sobrevaloración salarial. A un 32,3 % le pagan entre 20 000 y 30 000 euros, el 19,8 % está entre los 30 000 y 40 000 y un 21 % sube por encima de los 40 000.