1 de cada 2 profesionales españoles ha dejado su trabajo ante la falta de flexibilidad (o se lo ha planteado)

En el entorno laboral todavía tienen que mejorar cuestiones como el salario percibido, el trato recibido o la participación en grandes proyectos por parte de quienes se acogen a medidas más flexibles.

La pandemia ha transformado hábitos sociales y laborales para siempre. Uno de los cambios extendidos a nivel mundial es el teletrabajo y una de las demandas realizadas por los profesionales, la flexibilidad.

Las prioridades de la fuerza laboral han cambiado. En España, un 58 % de los trabajadores se habría dado cuenta tras la crisis sanitaria que el trabajo no es su única prioridad. De ahí que 6 de cada 10 muestren su preferencia por trabajar de una forma más flexible que les permita avanzar en otras áreas de la vida.

Así lo refleja un estudio realizado por la red social LinkedIn con motivo de la celebración del Día Internacional de los Trabajadores el próximo 1 de mayo.

Muchos reclaman nuevas iniciativas de flexibilidad, que según un 92 % de las empresas ya han sido implementadas. Sin embargo, la realidad es que tras la propagación de la COVID-19, un 21 % de los españoles encuestados ha dejado su trabajo y un 28 % se lo ha planteado por esta falta de flexibilidad.

La falta de flexibilidad se ha convertido en un problema especialmente para las mujeres. Una quinta parte de las españolas con las que ha hablado LinkedIn decidieron abandonar su puesto de trabajo tras verse obligadas a elegir entre el cuidado de sus hijos y el desarrollo de su carrera profesional. Este extremo afecta casi al doble de mujeres que de hombres. Además, cuando deciden volver al mercado laboral, dudan sobre si añadir este periodo a su currículum por el temor a ser vistas como candidatas menos atractivas.

Las personas que se adhieren a las políticas de flexibilidad laboral de sus empresas también se enfrentan a ciertos desafíos, como la reducción del salario. De hecho, a un 63 % de los profesionales españoles le ha pasado.

Esta reducción salarial es uno de los motivos que está frenando la adopción de la flexibilidad por parte a los profesionales, junto a otras razones como que los demás crean que no se esfuerzan igual, las horas extra, la imposibilidad de participar en grandes proyectos o un trato diferente de sus jefes.

En este punto, Rosario Sierra, directora de negocio corporativo de LinkedIn España y Portugal, aconseja a las empresas “escuchar” a sus plantillas “para entender sus miedos y valorar de manera conjunta y empática cómo integrar su actividad laboral en su vida personal de forma natural”.

“Para ello, no podemos perder de vista que las necesidades han cambiado”, advierte: “el 48 % de las mujeres y el 39 % de hombres creen que una mayor flexibilidad favorecería el equilibrio entre su vida profesional y su trabajo”. Y “el 38 % de las mujeres, junto al 27 % de hombres, cree que su salud mental mejoraría”.